Uso de influencers en el sector inmobiliario: colaboraciones que potencian la visibilidad de propiedades.

En un mercado inmobiliario cada vez más saturado, destacar una propiedad requiere mucho más que fotos bonitas y descripciones técnicas. Hoy, captar la atención del comprador potencial pasa por generar una conexión emocional. Y en ese camino, el influencer marketing se ha convertido en una herramienta poderosa, también en el mundo del real estate.

Mientras que en sectores como la moda o el turismo las colaboraciones con creadores de contenido son una práctica habitual, en el inmobiliario esta tendencia ha comenzado a crecer con fuerza, sobre todo a nivel internacional. ¿El resultado? Propiedades que se vuelven virales, marcas que ganan notoriedad y vídeos que no solo entretienen… también venden.

El papel clave del vídeo en estas colaboraciones.

No es casualidad que el formato estrella en este tipo de colaboraciones sea el vídeo. En plataformas como YouTube, Instagram o TikTok, los vídeos permiten recorrer espacios, mostrar materiales, hablar de estilo de vida y generar una atmósfera aspiracional. Si, además, lo presenta una figura de confianza con miles o millones de seguidores, el impacto es inmediato.

Casos de éxito fuera de España.

Uno de los nombres más conocidos en este terreno es Erik Conover, youtuber con base en Nueva York que presenta mansiones de lujo a través de vídeos cuidados al detalle. Conover no solo muestra las casas, sino que crea una narrativa que vincula la arquitectura con emociones y estilo de vida. Sus vídeos superan fácilmente el millón de visualizaciones y se han convertido en una potente herramienta de promoción inmobiliaria.

Otro caso de referencia es el de Enes Yilmazer , un creador con más de 3 millones de suscriptores que graba walkthroughs de propiedades de altísima gama en lugares como Beverly Hills o Dubái. Sus producciones, técnicamente impecables, elevan la experiencia audiovisual al nivel de una producción cinematográfica.

Este enfoque no solo se limita al lujo. En otras escalas del mercado, influencers centrados en diseño, reformas o sostenibilidad también están participando en vídeos inmobiliarios, mostrando pisos, viviendas piloto o procesos de reforma con un tono auténtico y cercano.

¿Cómo aplicar esto al marketing inmobiliario?

Este tipo de colaboraciones permite que las agencias, estudios o promotoras puedan acceder a audiencias segmentadas de forma natural, orgánica y con gran credibilidad. Pero para que el contenido funcione, la producción audiovisual debe estar a la altura.

En Homerecord, trabajamos precisamente en ese punto: creamos vídeos profesionales pensados para este nuevo entorno digital, con técnicas narrativas, planos dinámicos, una estética cuidada y la sensibilidad necesaria para acompañar la voz del influencer o creador de contenido. Sin una pieza visual potente, la colaboración pierde valor.

Además, los vídeos generados pueden ser utilizados en múltiples canales: redes sociales, campañas de paid media, webs de promociones, catálogos digitales o newsletters. El contenido gana vida más allá del primer visionado.

La clave está en la coherencia y la personalización.

No todos los influencers sirven para todas las propiedades. Una vivienda sostenible con certificado Passivhaus se beneficiará más de un creador especializado en arquitectura ecológica que de una estrella del lifestyle de lujo. La estrategia debe basarse en la coherencia entre la propiedad, el mensaje y la audiencia.

Una tendencia con mucho futuro

Aunque en España este modelo de colaboración está todavía despegando, en países como Estados Unidos, Reino Unido o Emiratos Árabes ya es una práctica habitual. Y todo apunta a que su crecimiento será constante.

Para las marcas inmobiliarias que quieran diferenciarse en un entorno competitivo, aliarse con creadores que ya tienen una comunidad fiel, y que además puedan contar con una pieza audiovisual de calidad firmada por profesionales como Homerecord, puede marcar la diferencia.

No se trata solo de enseñar una casa, sino de contar una historia que conecte emocionalmente con quien la ve. Y ahí, el vídeo, en manos expertas, sigue siendo el lenguaje más potente que existe.

Homerecord SL