Qué es el ‘shoppable video’ y cómo podría aplicarse al sector inmobiliario
En un mundo donde la experiencia del usuario está cada vez más centrada en lo visual y lo inmediato, el formato ‘shoppable video’ ha irrumpido con fuerza como una de las tendencias más prometedoras del marketing digital. Se trata de vídeos interactivos que permiten realizar compras (o tomar decisiones) directamente desde la propia visualización, sin necesidad de abandonar la plataforma. Aunque es un formato ampliamente usado en el sector retail, su potencial en otros mercados, como el inmobiliario, está empezando a explorarse. Y en Homerecord, como especialistas en vídeos profesionales para arquitectura, diseño y real estate, creemos que esta innovación puede abrir un nuevo camino también para nuestro sector.
El shoppable video: más que una moda pasajera.
Este formato no solo facilita la compra de productos desde el mismo vídeo, sino que genera una experiencia de usuario mucho más dinámica. Mediante hotspots interactivos, ventanas emergentes o etiquetas clicables, los espectadores pueden acceder a información específica de un objeto o espacio, solicitar una cita o incluso reservar una visita guiada en tiempo real.
El shoppable video responde a la creciente necesidad de reducir los pasos entre la inspiración y la acción. En sectores como el inmobiliario, donde el proceso de decisión suele ser más largo y complejo, aplicar elementos de este tipo podría ayudar a acortar distancias, mejorar el engagement y, sobre todo, aportar claridad y transparencia al comprador.
¿Cómo se traduciría esto en el mercado inmobiliario?
Aunque no hablamos de “comprar una casa con un clic”, sí es perfectamente factible aplicar los principios del vídeo interactivo para facilitar otras microdecisiones que forman parte del proceso de compra o alquiler. Por ejemplo:
⦁ Durante un vídeo de presentación de un inmueble, el usuario podría clicar sobre los distintos espacios para obtener más información técnica (m2, materiales, acabados).
⦁ En proyectos de diseño o arquitectura, se podrían destacar muebles o elementos decorativos con enlaces directos a tiendas o diseñadores.
⦁ En promociones de obra nueva, se podrían insertar botones para solicitar catálogos, reservar una reunión con el agente comercial o agendar una visita presencial o virtual.
Este tipo de vídeos transforman la experiencia pasiva de “ver una propiedad” en una experiencia inmersiva, en la que el usuario tiene el control. Una especie de showroom digital interactivo, que además permite recopilar datos muy valiosos sobre qué llama más la atención y en qué parte del recorrido se pierde el interés.
Una oportunidad para innovar en real estate.
El shoppable video también puede ser una herramienta clave para inmobiliarias, estudios de interiorismo o promotoras que buscan diferenciarse en un entorno altamente competitivo. En Homerecord, creemos firmemente que el vídeo no debe limitarse a mostrar espacios, sino a comunicar marca, valores y estilo de vida. Incluir componentes interactivos va justamente en esa dirección.
Imagínate una promoción de viviendas que, más allá del típico vídeo general, incluye una experiencia interactiva donde el espectador puede “explorar” cada unidad disponible, conocer sus características diferenciadoras, descubrir materiales y acabados, o incluso contactar directamente con un asesor. Todo sin salir del entorno visual.
Este tipo de experiencias no solo mejoran la percepción de marca, sino que ofrecen una sensación de personalización y profesionalidad que eleva el valor percibido del producto. Algo especialmente relevante para un target medio-alto, al que muchas veces apuntamos con nuestros vídeos en Homerecord.
¿Qué se necesita para empezar?
Aplicar esta tecnología no está reservado solo a grandes marcas. Hoy en día existen múltiples herramientas (como WIREWAX, Smartzer o KERV) que permiten crear vídeos interactivos de forma bastante accesible. Lo fundamental es tener claro el objetivo: ¿Queremos que el usuario pida más información? ¿Que agende una cita? ¿Que explore una estancia?
Una buena planificación del contenido, una narrativa audiovisual cuidada y una estrategia clara de embudo de conversión son claves para que el shoppable video funcione. Aquí es donde entra en juego nuestra experiencia en Homerecord, produciendo vídeos que no solo “lucen bien”, sino que cuentan historias, emocionan y venden.
Una ventana al futuro del vídeo inmobiliario.
En conclusión, aunque el concepto de vídeo interactivo con funciones de compra aún no está plenamente implantado en el real estate, todo apunta a que será una de las grandes tendencias de los próximos años. Su capacidad para generar engagement, facilitar la navegación dentro del contenido y optimizar el recorrido de decisión lo convierten en una herramienta de alto valor añadido.
Desde Homerecord, apostamos por seguir explorando nuevas formas de comunicar visualmente, y el shoppable video es, sin duda, uno de los caminos más estimulantes para llevar los vídeos inmobiliarios al siguiente nivel.