Neuroarquitectura y vídeos: cómo impacta la imagen en la percepción del espacio

La forma en la que percibimos los espacios no es solo una cuestión de diseño arquitectónico, sino también de cómo nuestro cerebro interpreta la información visual que recibe. La neuroarquitectura estudia cómo los entornos influyen en nuestras emociones, comportamientos y bienestar, y en el mundo digital, esta percepción puede potenciarse o distorsionarse a través de los vídeos. En Homerecord, nos especializamos en crear contenido audiovisual que no solo documenta un espacio, sino que lo presenta de una manera que potencia su impacto emocional y su funcionalidad percibida.

El poder de la imagen en la percepción del espacio.

El cerebro humano reacciona a la luz, los colores, la disposición de los elementos y las proporciones de un espacio. Un vídeo bien producido puede enfatizar estas características y dirigir la atención hacia puntos clave, generando una sensación de amplitud, confort o exclusividad. Por ejemplo, en el sector inmobiliario, un recorrido virtual con transiciones fluidas y una paleta de colores equilibrada puede hacer que una vivienda se sienta más acogedora o sofisticada. Del mismo modo, en proyectos de diseño de interiores, el uso estratégico de planos cerrados y tomas en movimiento permite destacar texturas y materiales que refuerzan la percepción de calidad y detalle.



Movimiento y sonido: claves en la experiencia sensorial.

El movimiento en los vídeos también juega un papel crucial en la experiencia sensorial. Un travelling suave puede hacer que un espacio se sienta más armonioso, mientras que una aceleración repentina puede añadir dinamismo y energía. Estas decisiones no son aleatorias; están respaldadas por principios neurocientíficos que explican cómo el cerebro procesa el movimiento y la continuidad visual. Por ello, en la producción de contenido para el sector inmobiliario y arquitectónico, es clave entender cómo el usuario experimentará cada escena, qué sensaciones despertará y cómo influirá en su decisión de compra o apreciación del diseño.

Otro factor determinante es la música y el sonido ambiente. Un espacio arquitectónico no solo se ve, también se experimenta auditivamente. En vídeos de arquitectura o inmobiliarios, el uso de una banda sonora suave o sonidos naturales puede reforzar la sensación de calma y confort. Por el contrario, una pieza más rítmica y enérgica puede dotar al espacio de un carácter más vibrante y moderno. Aquí, el storytelling audiovisual se convierte en un aliado para transmitir la identidad de una marca o un proyecto.

La luz y el color en la percepción arquitectónicA.

En el ámbito de la neuroarquitectura, la luz (enlace a entrada) es uno de los elementos más influyentes en la percepción espacial. En un vídeo, la manera en la que se captura la iluminación puede transformar por completo la impresión de un ambiente. Un espacio bañado por luz natural, con sombras bien definidas y reflejos sutiles, transmite una sensación de bienestar y amplitud. En cambio, una iluminación mal equilibrada puede hacer que el mismo espacio se perciba más pequeño, frío o poco acogedor. De ahí que la postproducción juegue un papel tan relevante en la corrección de color y la optimización del contraste y brillo en cada toma.

Además, las proporciones y el encuadre pueden alterar la percepción de la escala y la profundidad. Un objetivo gran angular puede dar la sensación de mayor amplitud, pero si se usa en exceso, puede distorsionar la realidad y generar expectativas poco realistas en los espectadores. Por otro lado, un encuadre más cerrado puede enfocar la atención en detalles específicos y transmitir una sensación de intimidad. En Homerecord, buscamos un equilibrio en cada producción para que el vídeo no solo sea atractivo, sino también honesto con la realidad del espacio representado.

La psicología del color también entra en juego en la neuroarquitectura aplicada al contenido audiovisual. Colores cálidos como el beige o el terracota pueden transmitir sensación de confort y cercanía, ideales para mostrar viviendas familiares o espacios acogedores. En cambio, tonos fríos como el azul o el gris pueden reforzar una estética más moderna y minimalista, perfecta para oficinas y proyectos de arquitectura vanguardista. La forma en que estos colores son capturados y corregidos en un vídeo influirá directamente en la percepción emocional del espectador.

La imagen como herramienta de impacto.

En definitiva, los vídeos no solo documentan espacios, sino que los transforman a través de una narrativa visual que influye en nuestra percepción de ellos. Comprender los principios de la neuroarquitectura y aplicarlos en la producción audiovisual permite crear piezas que no solo sean atractivas, sino que comuniquen emociones y sensaciones de manera efectiva. En Homerecord, apostamos por un enfoque donde cada detalle visual está pensado para potenciar la identidad de un proyecto, generar impacto y transmitir la esencia de cada espacio con precisión y belleza.

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